LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN OLIGÁRQUICO Y LA REVOLUCIÓN DE 1890

 

 

 

Hacia mediados de la década del ´80, las políticas liberales impulsadas por los gobiernos nacionales, acarrearon serios problemas económicos y financieros para el país: el progresivo aumento de la deuda externa por los empréstitos contraídos en el extranjero, la desvalorización del peso argentino frente al oro que era el medio de pago internacional, el desarrollo de un proceso inflacionario y un constante aumento del costo de vida. La inflación favorecía a los terratenientes exportadores, que recibían oro como pago por sus productos, pero perjudicaba a los sectores que tenían remuneración fija en pesos como los asalariados, los empleados públicos y los obreros.

 

Las transformaciones económicas y sociales generadas por la expansión de la etapa agroexportadora no fueron acompañadas por prácticas políticas que representaron una auténtica democracia. Los sectores gobernantes excluyeron a la mayor parte de la población de la posibilidad de verse representada a través del voto. La elite tradicional no estaba dispuesta a incluirlos como iguales ni a permitir sus participación plena en los asuntos políticos y económicos. La oligarquía limitó el ascenso de los sectores medios aceptándolos tan sólo en lugares que no amenazaron el contrato social y político que ejercía históricamente. Uno de los mecanismos que hicieron posible esta exclusión fue el fraude.

 

 

 

LA FORMACIÓN DE LA PRIMERA FUERZA OPOSITORA, EL NACIMIENTO DE LOS PARTIDOS POLITICOS Y LA SANCIÓN DE LA LEY SÁENZ PEÑA

 

 

 

Las prácticas políticas entre 1880 y 1916 y los cambios en las poblaciones urbana y rural, sumados a los efectos de una grave crisis (crisis de 1890) en nuestro país, provocaron una fractura en la unidad dl grupo gobernante. Esta ruptura se manifestó con el surgimiento, en 1889, de la Unión Cívica, integrada por un sector de la clase dirigente y algunos representantes de la clase media que se pronunciaron a favor de la pureza del sufragio y contra el fraude electoral. Los máximos referentes de esta fuerza opositora fueron Leandro N. Alem y Bartolomé Mitre. Para llevar a la práctica sus reclamos, en 1890 la Unión Cívica organizó una revolución que constituyó el primer cuestionamiento violento al orden imperante desde 18890. Si bien la llamada “Revolución del arque” (26-7-1890) fue derrotada, el presidente Juárez Celman debió abandonar el cargo y asumió la presidencia el vicepresidente, Carlos Pellegrini.

 

El “acuerdo” entre el líder del PAN, Julio A. Roca, y una fracción de la Unión Cívica conducida por B. Mitre produjo la división de esta fuerza política. Los objetivos de Alem y mitre eran diferentes. Mientras el primero quería elecciones libres y transparencia gubernativa, el mitrismo, aliado con roquismo, pretendía recuperar el poder. De  este modo, la fracción descontenta con el pacto, conducía por Leandro Alem, creó en 1891 la Unión Cívica Radical (UCR). Así nació el primer partido político moderno de la Argentina, es decir, con la forma de organización interna que tienen los partidos actuales. La muerte de Alem, en 1896, dejó la conducción del partido en manos de su sobrino Hipólito Yrigoyen.

 

La abstención y la intransigencia revolucionaria fueron de lucha del partido Radical para cambiar el sistema político vigente. La intransigencia revolucionaria consistió en el intento de reemplazar ese sistema por una democracia representativa mediante el recurso revolucionario. La abstención, el otro método de lucha radical, fue la negativa a participar en elecciones fraudulentas.

 

En el año 1905 se produjo la última revolución radical contra el sistema político fraudulento; este hecho coincidió con un cambio importante en la composición del partido. Dicho cambio estuvo marcado por la incorporación a sus filas de vastos sectores de la clase media, en gran parte hijos de inmigrantes, pequeños comerciantes, empleados, profesionales universitarios e incluso chacareros y otros grupos populares. En esos años, os conflictos obreros, las revoluciones radicales y la lucha del socialismo en favor de la conquista de una auténtica democracia representativa, puso en evidencia los vicios del sistema  y dio lugar  a una crisis entre los grupos de la elite.

 

En este contexto, un sector del grupo gobernante comenzó a considerar que la prosperidad alcanzada podía peligrar de no atenderse los reclamos de la oposición, por lo que se mostró dispuesto a la introducción de reformas graduales en el sistema electoral a fin de evitar conflictos sociales. Esto condujo a una ruptura entre Carlos Pellegrini, representante de estos sectores, y roca, que mantuvo su postura ultraconservadora y fraudulenta.

 

 

 

La Reforma Política:

 

La presión de los opositores al régimen oligárquico, dejó al descubierto la necesidad de impulsar reformas políticas que ampliarían la participación de los sectores excluidos.

 

En 1902, durante su segunda presidencia, Roca impulsó la sanción de una nueva ley electoral, que permitía la incorporación al congreso de una minoría opositora, o sea ampliaba la participación política pero aseguraba el predominio del régimen oligárquico. En las elecciones de 1904, algunos candidatos de la oposición resultaron electos, entre ellos Alfredo L. Palacios, candidato del Partido Sociales que accedió a una banca de diputado en el congreso Nacional.

 

Pero estas reformas eran insuficientes. Los movimientos revolucionarios de UCR y la creciente movilización de los trabajadores urbanos y rurales, daban cuenta del agotamiento del sistema oligárquico. Bajo el mandato del presidente Roque Sáenz Peña, en 1912 se sancionaron las Leyes de Reforma Electoral, que establecían:

 

-          Sufragio masculino para mayores de 18años

 

-          Voto universal, secreto y obligatorio.

 

-          Confección de un nuevo padrón electoral, que regiría por el padrón militar.

 

-          Sistema de “lista incompleta”, es decir representación en el gobierno de mayorías y minorías.

 

A partir de la sanción de la nueva ley electoral, los radicales salieron de su abstención y comenzaron a participar en las elecciones, convirtiéndose en el partido político más poderoso del país. Los oligarcas liberales, contrariamente a lo que habían supuesto, no lograron obtener la adhesión popular y fueron completamente derrotados en las elecciones de 1916, que consagraron a Hipólito Yrigoyen, candidato por la UCR, como presidente de la nación. El régimen liberal conservador había llegado a su fin.

 

 

 

Actividades:

 

1-      ¿Qué problemas solucionaba la instauración del voto secreto y obligatorio?

 

2-      ¿Qué ventajas democráticas supuso la representación en el Congreso de las minorías?

 

 

 

Actividad de Cierre:

 

1-      A manera de síntesis complete el cuadro

 

Argentina 1880 - 1912

Aspecto Económico

Aspecto Social

Aspecto Político