LA REACCIÓN CONSERVADORA: EL GOLPE DE ESTADO DE 1930

 

 

 

SEGUNDA PRESIDENCIA DE YRIGOYEN (1928-1930)

 

En 1928 el radicalismo concurrió a dividido a los comicios. Yrigoyen arrasó electoralmente a sus adversarios y retornó a la presidencia a la edad de 76 años. Su breve gestión se desarrollaría dentro de un panorama económico mundial muy complicado y desfavorable para nuestro país. A pesar de este contexto, el gobierno radical intentó una política tendiente a mantener el apoyo popular. Impulsó la legislación petrolera, procurando establecer el control del Estado sobre la explotación de esa fuente de energía. Este proyecto, ya frustrado en su primer periodo presidencial, fue rechazado por un Senado con mayoría opositora (conservadores, anti personalistas) y cuestionado por las empresas petroleras inglesas y norteamericanas.

 

Cuando en 1929 se desencadenó una crisis económica en Estados Unidos, rápidamente se expandió hacia el resto del mundo y se interrumpió el periodo de prosperidad de la década del veinte. Esta crisis, destacada en Wall Street (centro financiero de Nueva York), afectó también profundamente a la Argentina.

 

Los ingresos aduaneros, principal fuente de recaudación del Estado, bajaron notablemente, quebraron empresas y bancos, se redujeron los precios de nuestros productos exportables y aumentaron los precios de artículos importados. La crisis produjo desocupación, caída de los salarios y miseria generalizada.

 

En este contexto, la oposición reclamó la caída del gobierno. Para algunos de estos sectores, la salida estaba en la intervención militar y en el establecimiento de un gobierno autoritario como el de Mussolini en Italia.

 

La situación internacional y sus efectos en nuestro país tuvieron repercusión no solo en la economía sino también en el aspecto político. La tradicional oligarquía comenzó a conspirar con los sectores nacionalistas y las Fuerzas Armadas. Según estos sectores, Yrigoyen no tenía capacidad para afrontar la crisis ni para defender los interés nacionales. Pensaban que el caudillo radical no iba a tomar las medidas de disminución del gasto público que ellos consideraban adecuadas, y, en suma, procuraban asegurarse todos los resortes del poder para aplicar un modelo económico que los tuviera como únicos beneficiarios.

 

El 6 de septiembre de 1930 el general José Félix Uriburu, al frente de un grupo militar, encabezó el primer golpe de Estado de la vida política argentina al derrocar por la fuerza al Presidente constitucional, Hipólito Yrigoyen.